La naturaleza tiene una hermosa forma de presentarse que no sólo es visualmente atractiva, sino que también apela a nuestros sentidos auditivos. Las personas que aprecian el esplendor de la naturaleza, a menudo les gusta ir en paseos por la naturaleza para explorar lugares que son conocidos para estimular la mente y el cuerpo. Lugares de interés como una cascada hipnotizante o un pico de montaña cubierto de nieve simplemente consiguen revitalizar a una persona debido a su exquisitez. Del mismo modo hay varios sonidos de la naturaleza que pueden tener una multitud de efectos sobre el estado de ánimo de un individuo.
Cada mañana temprano, cuando todo está en silencio, se puede oír una suave brisa soplando, así como el crujido resultante de las hojas mecidas por el viento. Si uno trata de respirar en sincronía con los vientos podría inmiscuirse en una experiencia muy relajante. Por otro lado, los mismos vientos pueden sonar bastante violentos durante una tormenta, causando que uno se sienta perturbado. Sin embargo, los marineros aprovechan los efectos de audio, como el trueno que acompaña a una tormenta, ya que pueden calcular aproximadamente cuánto tiempo pasará antes de que la tormenta del mar se aproxime a la ubicación de su barco.
Una tempestad tiene un efecto bastante excitante en nuestra mente, pero la naturaleza tiene una gran cantidad de sonidos que son bastante agradables y que a menudo se graban y luego se usan durante las clases de meditación para calmar la mente. Se sabe que el sonido de las gotas de lluvia, el flujo de un río o el romper de las olas contra la orilla, dominan emociones poderosas, independientemente de si son positivas o negativas, para estimular pensamientos tranquilos y enfocados.
Sonidos de animales: biofonía
Del mismo modo, los sonidos de varias aves y animales pueden causar diferentes sentimientos y tienen varios efectos sobre nosotros. Un ruiseñor se levanta temprano y canta con su forma característica que sirve para relajarnos, mientras que un gallo es un despertador excelente. Los leones, por otra parte, son famosos por sus voraces rugidos. Si un león ruge demasiado señala problemas en la selva, por lo tanto es una advertencia efectiva para los nómadas y vagabundos. Otro ejemplo es el del ronroneo suave de un gato, que sirve para calmar a las personas que están experimentando un mayor estrés y ansiedad. Los gatos son famosos por ser una buena mascota para los jóvenes dado que su ronroneo induce a un estado de calma natural y compostura en los niños.
Los sonidos de la naturaleza pueden ser muy singulares y se escuchan a menudo de las fuentes más inesperadas. Por ejemplo, al colocar una concha de caracola de mar en el oído, suena como si el océano y sus ondas estridentes estuviesen subiendo y cayendo dentro de la propia concha.
Uno de los usos más beneficioso de sonidos de la naturaleza es que los ciegos pueden usarlos como una referencia para desarrollar una fuerte orientación espacial que asegure su maniobrabilidad con eficacia. Además de esto, hay una multitud de otros usos de los que los humanos se sirven de los sonidos de la naturaleza y es muy recomendable que empecemos a usarlos en nuestro beneficio. Es hora de que apreciemos todas las recompensas con las que la naturaleza nos ha bendecido.
Por tu bienestar,
Rafa Monllor