Los Sonidos de la Naturaleza y el Estrés
Tanto el cuerpo como el alma de cada uno de nosotros anhelan el equilibrio, pero hay un enemigo a este deseo de equilibrio y su nombre es el estrés. El equilibrio es el principio más importante de la naturaleza, pero puede ser desviado drásticamente por situaciones estresantes. Por ejemplo, la primavera es un tiempo de crecimiento y abundancia floreciente, pero en el otro lado del ciclo estacional, el otoño es el precursor de la muerte y la decadencia.
Todo en la naturaleza está en perfecto equilibrio, desde la cadena alimentaria ecológica que comienza con microbios que se comen pequeños bichos hasta la parte superior de la cadena alimenticia donde el hombre devora las verduras o la carne que son un producto eventual de la cadena alimentaria.
Pasa lo mismo con las funciones que tienen lugar dentro de nuestros propios cuerpos. En un estado natural, nuestros cuerpos y nuestro temperamento están perfectamente equilibrados. Sin embargo, esta es una cuestión muy rara para millones de personas. Una de las cosas que más nos desequilibra es estar en un estado de estrés permanente. El estrés, como su nombre indica, es un estado que descompone y desgasta el aspecto saludable de nuestros cuerpos y espíritus.
Es por eso que es tan importante intentar continuamente reducir los efectos del estrés y recuperar un equilibrio natural en nuestras vidas.
¿Qué sonidos utilizar?
La experiencia de escuchar sonidos naturales es muy tranquilizadora, ya que tiende a transportarnos a un lugar hermoso en la naturaleza. El sonido precioso de los pájaros cantando nos recuerda a los polluelos en un claro selvático rodeado por el suave color verde. Si cerramos los ojos, incluso podríamos imaginar un arroyo o fuente que suena para calmar la sed de los pájaros que cantan.
Además, los ruidos de las olas del océano golpeando contra la costa nos llevarán a un estado de relajación vinculado a los recuerdos de un día tranquilo en la playa. Sorprendentemente, sentarse junto a la orilla salada y escuchar el ritmo de las olas introduce a las personas a un estado de relajación profundo. Es literalmente hipnótico estar en el entorno de la orilla del mar y escuchar el hermoso sonido de las olas rompiendo en la arena.
Curiosamente, los sonidos aleatorios de las aves que cantan incesantemente y los sonidos rítmicos y ordenados de las olas del océano son señales auditivas hipnóticas que crean un estado de profunda relajación en la mayoría de las personas.
Debido a este principio muy natural y básico, escuchar habitualmente sonidos de la naturaleza es una forma poderosa de combatir los efectos del estrés. No debería sorprender que los sonidos naturales alivien los sentimientos de estrés que se agravan en la mayoría de nosotros.
Una de las maneras más fáciles y efectivas de ponerse en un estado más relajado es aprovechar los bellos sonidos de la naturaleza y pasar el tiempo que necesites escuchando grabaciones de sonidos naturales. Algunos ejemplos de lo mencionado serían: una lluvia fina, el crujido de las hojas secas en un bosque de otoño, el deambular de un riachuelo o incluso el crujido del fuego en una chimenea de la cabaña de madera.
Es una sencilla y natural manera de “drogarse” para recuperar el equilibrio interno y ponerse en un estado de salud natural, agradable y saludable.
Por tu bienestar,
Rafa Monllor