Me gusta escribir sobre las cosas que afectan a muchos de nosotros a diario y que pueden ser fácilmente practicadas y económicamente rentables. Debes caminar para un manejo natural del estrés. Una adecuada respiración, estiramientos, una nutrición equilibrada y un ejercicio sano son constantes que practico diariamente. Me gusta hablar acerca de por qué estas cosas tan simples pueden mejorar mucho nuestras vidas.
Creo que mantener y cultivar las cosas simples es una de las herramientas más eficaces de gestión del estrés por sí misma y me gusta hablar de cómo hay que pensar en las cosas simples ya que nuestra sociedad parece tratar de complicarlo todo en todo momento. Sólo hay que darse una vuelta por los medios de comunicación más cercanos, solemos encontrar publicidades que nos incitan a tener más cuando a menudo lo que realmente necesitamos es tener menos.
Todo el mundo sabe que la sensación de cansancio y dormir mucho puede ser uno de los signos de la depresión. Si has dormido suficiente y no estás enfermo, pero no tienes la energía que deberías y sólo tienes ganas de tumbarte en el sofá, lo que realmente necesitas es salir y dar un paseo. Cuando te sientes con pocas ganas de hacer ejercicio es, por lo general, cuando más lo necesitas. Y te prometo, que si lo haces, te alegrarás mucho de haberlo hecho. No tiene que ser mucho de ejercicio, pero debes conseguir que la sangre se mueva por tu cuerpo un poco. Esto restaurará tu energía y te despertará de tu apatía.
Vas a quemar calorías en lugar de almacenarlas y además, te puedes pasar un rato en el sofá si quieres. Lo más probable, sin embargo, es que tendrás un renovado sentido de la motivación y ganas de emprender alguna tarea. Al final vas a lograr más objetivos, cuidarte más y sentirte mucho mejor al final del día. El ejercicio aumenta las endorfinas, que son sustancias químicas producidas en el cerebro que se cree que son imprescindibles para aliviar el dolor, mejorar el sistema inmunológico, reducir el estrés, y retrasar el proceso de envejecimiento.
Caminar es la mejor forma de empezar a hacer ejercicio. No se necesita mucho tiempo, no es necesario ningún equipo especial. Ya sabes cómo va ésto de caminar. Puedes caminar sólo el trayecto que seas capaz. Puedes caminar más rápido o más lento. Puedes caminar en terreno plano, por la playa o por senderos montañosos. Y todo ello ayudará a tu corazón, a tus pulmones, a tus huesos, músculos y a tu salud mental. También te ayudará a perder peso si lo necesitas.
Y es fácil. Muy fácil. Todo lo que necesitas es un poco, sólo un poco, de ánimo para levantarte e irte a caminar. Puedes caminar en cualquier lugar. ¿Y quién sabe a lo que podría conducirte esta actitud?. Todo lo que tienes que hacer es dar el primer paso, levantarte y salir por la puerta a respirar un poco de aire fresco. Encuentra a alguien que camine contigo lo que os permitirá motivaros mutuamente. Dite a tí mismo que tan sólo empezarás con 5 minutos. Pero es probable que una vez estés en marcha quieras más y más. Ah! y antes de que marches... lleva agua para el viaje.
Por tu bienestar,
Rafa Monllor